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Existe una cultura precolombina que se desarrolló a mediados del siglo X en plena cordillera de los Andes. Los quimbayas eran uno de los grupos que habitaban el valle medio del río Cauca a la llegada de los conquistadores españoles. Por tradición, todos los objetos arqueológicos encontrados en esta región de Colombia han sido denominados con el nombre Quimbaya, y se ha identificado a sus gentes como sus artífices. Carlos Hernández y Víctor Urrea son los propietarios de una distinguida discoteca que ayer abrió sus puertas en la calle Los Herrán. La sala se llama Quimbaya, en un claro homenaje a la cultura de su país, puesto que ambos empresarios son colombianos.La belleza de Miss España, Natalia Zabala, rivalizó con la que desprendían las réplicas del Museo del Oro de Bogotá que pueblan los rincones de la discoteca. La joven donostiarra se interesó por el Poporo, un recipiente donde los quimbayos guardaban la cal para la masticación de las hojas de coca en ceremonias rituales. Le explicaron la historia Mónica Velásquez y Soraya Mejías, esposas de los propietarios. A la madre de Carlos, Mónica Santana, le acompañaban sus hijas, Diana y Adriana, que destacaban por su hermosura y sus vestidos de gala. Adriana acudió escoltada por su marido, José Miguel Martínez. La pareja acaba de inaugurar el Santana Café en Zabalgana.Fikneta Rama atendió con mimo a invitados como Alfonso Gallego, Luis Molins, Álvaro y Alberto Tornavaca, Zuriñe Cano y Enrique Elio. La actuación del Mago Taylor sorprendió a la guapa Miss Euskadi, Davinia Monasterio, que coincidió en la fiesta con el edil popular Alfredo Iturricha; el hostelero Mikel Fiestras, de La Huerta; Mikel Muzás, de Etxekoak; y numerosos amigos de los dueños, como Aleksandra Riu, Santiago Fernández, Paula Martínez, Leticia de la Fuente, Gorka Gandía, Montse Justel, Vicky Barcos, Fernando Garay, Itziar Gainzarain, Laura Medina, David Díaz y Saioa Espartero.